Ayer a 25 kilómetros del final de la tercera etapa del Giro de Italia,
Wouter Weylandt sufría una caída que le ocasiono severas lesiones craneales y finalmente la muerte en el descenso entre Reggio Emilia y Rapallo.
Un día de luto y un nudo en el estomago para todos los aficionados al ciclismo, cosas como estas no deberían ocurrir jamas.
Descansa en paz.
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