La draisiana, o posteriormente llamada velocípedo, es el artilugio que
se puede considerar padre de la Bicicleta. Constaba de un cuerpo de
madera, en el que iban montadas las ruedas. Era mas tiesa que una
barra de pan de 2 semanas, aunque la rueda de delante ya contaba con
una especie de manillar para orientar la dirección.
La tracción se ejercía directamente con los pies, alternando
el impulso con uno u otro. Logicamente, como todo invento
innovador de la época, estaba reservado para los principitos y
señoooritoooos.
El sonido tenia que ser curioso, imaginaos, llantas
de madera,vamos, todo un poema.
martes, 9 de febrero de 2010
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